Biopsia Corial



¿En que consiste?

La biopsia corial consiste en la obtención de vellosidades coriales que constituyen la placenta. Su composición genética es idéntica a la del feto y refleja la misma situación cromosómica, bioquímica y genética del mismo. El trofoblasto, que es el tejido que forma la vellosidad corial presenta una división celular muy activa, con gran número de mitosis espontáneas disponibles para el análisis cromosómico directo.

La principal ventaja que proporciona la biopsia corial es un diagnóstico prenatal temprano y rápido ya que puede realizarse desde la 10 semana de gestación con resultados preliminares disponibles en 48 horas.

La rapidez en la obtención del diagnóstico conlleva una reducción del tiempo de angustia de los padres y permite, en casos con diagnóstico de anomalías, una interrupción temprana del embarazo. Esta difícil decisión para la pareja puede ser menos traumática en el primer trimestre, cuando aún no se han percibido los primeros movimientos fetales que pueden establecer lazos afectivos materno-filiales y cuando el conocimiento del embarazo no es aún público y la decisión se mantiene en el ámbito de la privacidad. Además las técnicas de interrupción del embarazo en el primer trimestre son más sencillas y con menos riesgos para la mujer que en el segundo trimestre.

Aunque los primeros procedimientos se realizaron tan temprano como en 1968, la técnica no se desarrolló hasta la década de los 1980 cuando la introducción de la ecografía en tiempo real para la aspiración ecoguiada y el perfeccionamiento del instrumental permitieron hacer de esta técnica un método seguro y eficaz, hoy ampliamente utilizado. Ya en 1993 la OMS disponía de los resultados perinatales de más de 130000 recién nacidos sometidos a biopsia corial.






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