Amniocentesis



¿Cómo se realiza?


Se trata de un procedimiento ambulatorio.

Inicialmente debe evaluarse mediante ecografía la viabilidad fetal, la edad gestacional, el número de fetos, la localización de la placenta e inserción del cordón umbilical y la presencia de otros hallazgos como miomas que pueden influir en la técnica. El control ecográfico permite identificar el lugar idóneo de punción, valorar las lagunas de líquido más amplias y accesibles y el trayecto de la aguja.

La técnica se realiza por vía transabdominal.

No requiere anestesia local.

Se recomienda la limpieza del abdomen con solución antiséptica. No es necesaria la profilaxis antibiótica.

Se introduce un trócar con mandril, de calibre 20-22G y longitud de 9-15 cm bajo control ecográfico observando el desplazamiento de la aguja a través del tejido subcutáneo, la pared uterina y su entrada en cavidad amniótica. Preferiblemente se evitará la punción placentaria pero puede atravesarse por su parte más fina si no existe otra opción mejor. Una vez alcanzada la cavidad amniótica se retira el mandril del trócar.

A continuación se aspiran 15-20 cc (1cc /sem) de líquido amniótico. Este volumen representa menos de un 5-10% de la totalidad del líquido amniótico y se estima que se recupera en un periodo de 3h.

Debe comprobarse la vitalidad fetal postpunción y la ausencia de sangrado.

Se recomienda reposo relativo durante 24-48h.

Debe evitarse realizar más de 2 punciones por sesión con un intervalo mínimo de 1 semana entre 2 intentos.

En los casos de grupo sanguíneo Rh- con test de Coombs indirecto negativo se debe administrar Gammaglobulina AntiD para prevenir el riesgo de isoinmunización.

La tasa de éxitos en manos expertas se aproxima al 100%.

Las muestras de líquido son de fácil transporte y pueden mantenerse a temperatura ambiente hasta 48h antes de su cultivo. Los amniocitos presentes en el líquido amniótico se someten a un proceso de cultivo y proliferación en determinados medios artificiales hasta conseguir la división celular hasta fase de metafase, momento en que el material genético se configura en forma de cromosomas ya aptos para el estudio. El proceso emplea un promedio de 14-21 días con una eficacia de crecimiento del 99%.




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